de Panorama Mundial diciembre 18, 2025

Los musulmanes no son intrínsecamente más violentos que nadie más, y su religión no tiene nada que ver con la violencia perpetrada en sus países. Muchos países de mayoría musulmana tienen bajas tasas de homicidios, y aquellos que sufren de violencia sufren de conflictos étnicos, degradación medioambiental y escasez de alimentos. En contraste, en el último medio siglo los países budistas de Myanmar, Camboya y Sri Lanka han estado a menudo asolados por la violencia y el odio, a pesar de las enseñanzas del Buda sobre el amor y la paz. Países mayoritariamente cristianos como Camerún y Colombia también experimentan altas tasas de terrorismo.

El desprecio que la mayoría de los 2 mil millones de musulmanes del mundo demuestran por la violencia sin sentido se ejemplifica en Ahmed al-Ahmed. Trastocó los estereotipos negativos sobre los musulmanes de forma tan poderosa que los nacionalistas blancos difundieron falsas acusaciones de que en realidad era un especialista británico en informática con nombre cristiano. Otros intentaron sostener que era un libanés cristiano, lo que su nombre hace imposible. El diario The New York Times se negó a mencionar su religión. Que exista un Schindler musulmán, un héroe que observa la tolerancia promovida por el profeta Mahoma, es algo tan insoportable para los islamófobos que se sintieron obligados a inventar fantasías y oscurecer la realidad.